Resulta que, después de la multitudinaria manifestación celebrada por la Plataforma el 8 de mayo de 2.013, una de las personas participantes (miembro además de Fapa-Burgos) recibió una denuncia de la Policía por algo que no había hecho: supuestamente, según la Policía, convocó desde el estrado una concentración ilegal ante la Comisaría para cuando terminase la manifestación. Esta persona no pudo hacer tal cosa porque nunca estuvo en el estrado; además de que el hecho no fue como lo describe la Policía.
Todas nuestras alegaciones han sido desatendidas y no se han tenido en cuenta las pruebas que hemos presentado (fotografías, videos) ni se ha querido oír a los testigos propuestos por nosotros. Sólo ha importado la declaración del policía denunciante. Tal conducta sólo podemos interpretarla como represión: se busca atemorizar a la Plataforma para que se lo piense antes de acometer nuevas acciones reivindicativas; lamentablemente, no se ha buscado la justicia sino la sanción a toda costa. Pero es evidente que esta actuación no ha frenado las acciones de la Plataforma ni de Fapa-Burgos, ni lo hará en el futuro.
La sanción será recurrida ante los Juzgados, buscando una justicia real.
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