miércoles, 11 de mayo de 2016

Penosa actitud con el alumnado que rehúsa hacer la prueba de 6º

En la mañana de hoy, 11 de mayo, se ha realizado la primera parte de la prueba final de Sexto de Primaria. Nos cuentan que, en un Colegio de nuestra provincia, a l@s alumn@s cuyos padres han expresado su voluntad de que no la hicieran, se les ha tenido toda la mañana en la biblioteca del Centro leyendo un libro, sin hacer nada más, como si fuera un castigo.
Tenemos que expresar nuestro total rechazo y repulsa a esta actitud, que penaliza al alumno/a a causa de una opción legítimamente elegida por su familia. Debemos recordar que, en el modelo de escrito facilitado desde Fapa-Burgos, y que es el que estas familias han utilizado, se pedía que al alumnado que no quisiera hacer la prueba se le diera clase normal. Es cierto que no pueden adelantar materia mientras sus compañeros están realizando la prueba; pero se puede perfectamente aprovechar el tiempo repasando conceptos, resolviendo dudas o llevando a cabo cualquier otra actividad alternativa, lo mismo que sucede cuando una parte de la clase no va a una excursión a la que sí que ha ido otra parte.
No olvidamos que la principal responsable de estos sucesos es la Administración, que por una parte regula y convoca unas pruebas que cuentan con el rechazo de gran parte de la comunidad educativa y por otra no es capaz de organizarlas de manera adecuada, previendo la forma de actuar con las personas que rechazaran participar en la prueba. Porque es la propia Consejería, o incluso el Ministerio, la que, sabiendo que es posible rechazar el sometimiento a la prueba, tenía que impartir instrucciones muy claras a las familias y a los Centros sobre la forma de expresar ese rechazo y la actuación a seguir con el alumnado que no se sometiera a ellas. Pero, ya que estas Administraciones no han sido capaces de cumplir con ese cometido, reclamamos a los Centros educativos, a las Direcciones y a su profesorado que traten con la debida dignidad a estos alumnos/as y que no los penalicen en ningún modo; que ellos y ellas, en definitiva, se merecen siempre el mejor trato posible.


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